La Unión Europea (UE) ha expresado abiertamente su preocupación por la postura favorable de la administración estadounidense hacia las criptomonedas, especialmente las establecoins denominadas en dólares. Esta posición podría incentivar a gigantes tecnológicos, tanto estadounidenses como extranjeros, a lanzar soluciones de pago masivo basadas en estas criptomonedas, lo que la UE considera una amenaza para su soberanía financiera, estabilidad económica y control regulatorio. Veamos las razones detrás de esta preocupación.
Amenaza a la soberanía monetaria
Las establecoins vinculadas al dólar, como USDT (Tether) o USDC (USD Coin), podrían consolidar aún más la hegemonía del dólar en el sistema financiero global. Para la UE, esto representa un riesgo, ya que debilita el papel del euro como moneda de reserva y medio de intercambio internacional. Además, si grandes empresas tecnológicas como Meta (antes Facebook) lanzaran establecoins globales, podrían socavar la capacidad de los bancos centrales europeos para controlar la política monetaria.
Riesgo de desestabilización financiera
La adopción masiva de establecoins podría crear un sistema financiero paralelo fuera del control de los reguladores europeos. Esto plantea riesgos significativos:
- Falta de supervisión: Las transacciones con criptomonedas son difíciles de rastrear, lo que facilita la evasión fiscal y con ello la pérdida de control.
- Vulnerabilidad sistémica: Una crisis en una establecoin importante podría contagiar al sistema financiero tradicional, como ocurrió con el colapso de TerraUSD (UST) en 2022.
Dominio de gigantes tecnológicos
La UE teme que empresas como Meta, Google o Amazon utilicen su alcance global para imponer soluciones de pago basadas en establecoins, marginando a los proveedores de servicios financieros europeos. Esto no solo afectaría la competitividad de las empresas locales, sino que también pondría en manos de entidades privadas el control sobre una parte crítica de la infraestructura financiera.
Desafíos regulatorios
La UE ha trabajado arduamente en marcos regulatorios como MiCA (Markets in Crypto-Assets) para garantizar la transparencia y seguridad en el uso de criptomonedas. Sin embargo, la postura más laxa de EEUU puede dar paso a un «efecto fuga», donde las empresas prefieran operar bajo jurisdicciones con mayor libertad, socavando los esfuerzos regulatorios europeos.
Impacto en la innovación europea
La adopción masiva de establecoins estadounidenses puede frenar el desarrollo de alternativas europeas, como el euro digital, que el Banco Central Europeo (BCE) ha experimentado en una república balcánica. Esto limitará la capacidad de la UE para competir en el mercado de las finanzas digitales.
La postura favorable de EEUU hacia las criptomonedas, especialmente las establecoins denominadas en dólares, es visto como una amenaza para su soberanía monetaria, y también puede consolidar el dominio de gigantes tecnológicos estadounidenses en el sector de pagos digitales.
Para la UE, la respuesta ha sido adelantarse mediante el marco regulatorio con MiCA, acelerar la innovación financiera local y promover alternativas como el euro digital CBDC (Central Bank Digital Currency). Aunque estas soluciones no favorecen la libertad ni los intereses de los ciudadanos europeos. La digitalización y la autonomía financiera parecen esenciales para el desarrollo de las sociedades, no lo parece tanto para el desarrollo de los individuos en su conjunto.
Un nuevo sistema monetario internacional emerge desde hace años lentamente sin pausa. Todo parece que será instaurado durante la presidencia de Trump; aunque no podemos hacerle responsable, pues desde hace más de 10 años se ha venido planificando un nuevo sistema monetario internacional y las autoridades europeas han mirado hacia otro lado.
Ahora los intereses políticos europeos se centran en el control ciudadano mediante una Renta Básica Universal (RBU), las CBDC del BCE, y la Inteligencia Artificial (AI). Para los gobernantes la tecnología no representa un espacio de libertad, de la soberanía de los individuos, sólo la aprecian como una buena forma de control social.

