Elon Musk desde su herramienta Department Of Government Efficiency DOGE está decidido a modificar profundamente el seno de la Administración Federal de los EEUU. En sus declaraciones junto al presidente Trump, en lo que parecía el despacho oval, ha defendido la gestión de los asuntos públicos por gestores elegidos democráticamente en sustitución de empleados gubernamentales principal componente de la burocracia estatal. Con el objetivo de reducir gasto en 1 Billón de dólares del presupuesto, está comenzando a eliminar empleos públicos. Veamos algunas prácticas básicas que han adoptado las organizaciones para mejorar la cultura laboral y su entorno, poniendo el acento en la productividad.

El trabajo está cambiando constantemente, muchas empresas continúan con modelos híbridos y de trabajo desde el hogar. Al mismo tiempo, las grandes empresas han impuesto políticas obligatorias de trabajo en la oficina, de al menos, 4 días a la semana en 2024 en EEUU. Pero, si en realidad se persigue la mayor productividad, ¿Qué modelo de trabajo es mejor para la organización?

El debate sobre las políticas de regreso a oficina

Las empresas esperan alcanzar sus objetivos de productividad, y para ello deben mirar más allá de las políticas de regreso a la oficina para abordar los problemas crónicos que continúan afectando la experiencia de los empleados. La medida de la empresa se basa en la colaboración, la conectividad, la innovación, la tutoría y el desarrollo de habilidades. Estas prácticas son el argumento de las razones principales para volver a la oficina.

Si partimos de la base que el modelo de trabajo mejorará automáticamente los resultados, en función del desempeño de que se trate, ciertos resultados estarán relacionados directamente con la productividad. Por lo que no podemos decir que existe un modelo óptimo general por encima de los demás. Los empleados en su mayoría, se encuentran clasificados en función del modelo de trabajo donde mayor rendimiento son capaces de aportar. Para modelos con un componente en persona, ya sea híbrido o principalmente en persona, casi ocho de cada diez trabajadores están satisfechos con este acuerdo, en comparación con aproximadamente nueve de cada diez trabajadores remotos. El número de empleados que desean cambiar de modelo de trabajo es bajo. Tanto los trabajadores remotos como los que acuden a la oficina en persona, informan niveles bajos de cambio.

Sin embargo, los niveles de insatisfacción siguen siendo evidentes, y el modelo de trabajo no está resolviendo el problema. A pesar de que los empleados están satisfechos con el modelo de trabajo, y tienen bajos niveles de deseo de cambiar, algunas de las principales métricas de la fuerza laboral están en tendencia en la dirección equivocada en todos los modelos. La intención general de buscar otro trabajo es del 39%, comparable a la etapa de la pandemia del 40%.  La intención de irse también es similar en todos los modelos de trabajo, desde el 38%, en persona e híbrido, hasta el 41% en remoto.

Las mujeres tienen una intención ligeramente menor de irse que los hombres en todos los modelos de trabajo. Los no cuidadores presentan una menor intención de irse que los cuidadores en todos los modelos del 30% al 34%.

El esfuerzo de los empleados en su trabajo es similar entre los trabajadores híbridos y remotos, y ligeramente mayor para los empleados en persona. Aunque el esfuerzo está vinculado al rendimiento individual, el esfuerzo adicional de una persona también puede aumentar el juego de todo el colectivo. El aumento del esfuerzo colectivo tendrá un impacto positivo al ayudar a los compañeros más nuevos, y acelera la línea de productividad.

Por otro lado, el agotamiento definido como un desequilibrio crónico entre demanda de trabajo y recursos laborales, se encuentran altos. Aunque está relacionado con otros resultados, el agotamiento está relacionado con la intención de irse, y con la relación entre el esfuerzo aplicado y sus expectativas de desempeño. En otras ocasiones el agotamiento está relacionado con un entorno de estrés con bajos niveles de colaboración, tutoría y otras prácticas de trabajo clave que elevan la experiencia y el compromiso.

Nota: Este artículo ha sido elaborado siguiendo notas de la consultora McKinsey.