El 9 de junio de 2024 finalizó el compromiso de Arabia Saudita de vincular el dólar estadounidense como moneda de transacción para las compraventas de petróleo. Después de 50 años, los saudíes se encuentran libres para transaccionar con dólares, por lo que su adhesión al grupo de países BRICS abre la posibilidad a otras monedas para sus intercambios.

Por otro lado, en 2018 Jean-Claude Junkers en ese momento presidente de la Comisión Europea, presentó propuestas para fortalecer el papel internacional del Euro y convertirlo en el instrumento de una Europa más soberana. El resultado ha sido un cambio de dirigentes en la Comisión Europea. Mientras el papel del Euro decayendo entre la división, la desorientación normativa y la indefinición política.

En EEUU entienden el momento complicado del dólar perdiendo influencia, y se preparan para una transición controlada, antes de que les estalle en las manos. Las criptomonedas adheridas al estándar ISO 20022 se plantean como herramienta en las transacciones transfronterizas entre instituciones financieras y entre particulares. Jack Lew ex-secretario del Tesoro norteamericano, en su momento mostró sus preocupaciones por las tensiones diplomáticas fruto de sanciones utilizando el dólar. Estas sanciones introducirían inestabilidad financiera, aumento de costes para empresas y reduciría la actividad empresarial.

Las alternativas al dólar son variadas, pero aún no están asentadas, aunque la política exterior estadounidense ha aumentado el riesgo de migración hacia otras monedas fiat y hacia otros sistemas financieros. Mientras las criptomonedas están ocupando espacios de utilidad, algunas reguladas bajo parámetros y estándares razonables de uso para todos los agentes dispuestos a asumir el riesgo presente, entendiendo los riesgos y oportunidades futuras. La deriva de una Deuda Pública EEUU desmesurada, unida a los costes descontrolados de sus intereses, aclaran el horizonte de blockchains con utilidades demostradas con las que solventar los problemas. Es de esperar que el resentimiento contra el dólar juegue su papel a medio y largo plazo, y la maduración de ciertas criptomonedas comiencen a participar como medios de cambio generalmente aceptados. Esto se unirá a la especialización de uso de algunas de ellas para su desarrollo, dejando a un lado el uso de dólar como comodín para todo.

Los pagos transfronterizos se enfrentan a una notable bajada de costes de transacción, a una rápida liquidación mediante pares de monedas con el consiguiente debilitamiento del dólar amenazado con alta inflación, liberando espacios a otros vehículos como unidad de cuenta en transacciones internaciones. Pero, como es de esperar, el final del dólar está aún lejano.