Hace un tiempo la tecnología industrial tenía un impacto descomunal en la economía. ¿Cómo pueden los emprendedores aprovechar la innovación para revitalizar el sector manufacturero e impulsar el crecimiento económico?  Podemos reflexionar para construir un futuro que impulse un crecimiento sostenible.

La fabricación es un facilitador crítico de lo que llamaríamos innovación técnica. Pensemos en mejoras en procesos que indican cómo hacemos las cosas. Somos más eficientes en la medida en que hacemos ciertas actividades, no sólo creando empleos adicionales, sino también impulsando la productividad general. Impulsar la productividad y el crecimiento económico son maneras de crear y distribuir riqueza. La fabricación históricamente ha hecho contribuciones descomunales a la productividad y la salud económica para un país. Y si vamos a seguir impulsando la expansión del producto interior bruto PIB, la fabricación tendría que desempeñar un papel relevante. La tecnología industrial es de importancia crítica para apoyar los empleos y los ingresos de los trabajadores, particularmente los trabajadores que no están en las grandes ciudades. Por lo tanto, si bien la manufactura puede no proporcionar el tipo de empleo masivo que alguna vez tuvo, ningún otro sector desempeña el mismo papel en el apoyo a los empleos de ingresos medios, especialmente fuera de las grandes ciudades.

Cuando se piensa en la necesidad de la fabricación para el crecimiento del empleo, existe la oportunidad de incorporar a personas de diversos orígenes. Esta idea en torno a la fabricación crea un crecimiento económico de base amplia, si pensamos en lo que puede hacer por diferentes antecedentes educativos y geográficos. 

La insaciable demanda de microchips

Un ejemplo de fabricación para el crecimiento es una fábrica de semiconductores. Y los dos últimos modelos de fabricación están uno alrededor del diseño del I+D y, otro alrededor de la flexibilidad. Eso conduce a una empresa de diseño de microchips sin fábrica. Es este modelo de  flexibilidad el de mayor valor. Porque la competitividad de la fabricación gira en torno a la capacidad de crear alto valor, producción de bajo volumen utilizando capacidad flexible colocada cerca de las fuentes de consumo. La producción de lotes pequeños, colocada cerca de una ciudad, realmente comenzaría a adaptarse a un tipo de fabricación apoyado en este tipo de entorno. Se han mostrado muchas intenciones sobre la necesidad de localizar ciertas fábricas de semiconductores en España. Son sólo eso buenas intenciones. A pesar de todo puedo imaginar que tengo todas esas instalaciones, ¿Dónde vamos a encontrar ingenieros, técnicos, y todos los trabajadores para dirigirlas? La respuesta es, en el extranjero bien pagados.

El reto es idear cómo atraerlos aquí, primero necesitamos un modelo de sociedad con futuro.