La notable desindustrialización del tejido empresarial de las últimas décadas, ha supuesto el fin de trabajos de alta calidad y buena remuneración. Las empresas de tecnología industrial prósperas utilizan el aprendizaje, la capacitación y la movilidad para conservar su fuerza laboral. Esto ha disminuido los buenos empleos y ha ayudado a menguar la clase media. A pesar de todo, hay un sector dentro de la fabricación como es el de la tecnología industrial que lucha por seguir compitiendo. Este sector está lleno de empleos de alta calidad con salarios por encima de la media y beneficios que podrían crear oportunidades para trabajadores en todo el país. Hay una búsqueda de talento constante

Pero crear trabajos y llenarlos son historias diferentes. En los últimos años, la dificultad para cubrir empleos industriales ha sido enorme. Y esto ha supuesto la falta de inversiones, y la no instalación de nuevas empresas. Frente a todos los problemas, hay empresas posicionadas para superar el desafío de llenar estos puestos de trabajo. Los roles que buscan cubrir son trabajos viables de buen nivel, son la base de progresiones laborales basadas en la experiencia. Algunas compañías ofrecen ideas potenciales por dónde empezar:

  • Asociarse con escuelas y universidades para conseguir talento. 

  • Ofrecer a los empleados apoyo claro para su desarrollo.

  • Ofrecer capacitación para mejorar sus habilidades. 

  • Hacer empleados propietarios. 

El ejemplo de Singapur

El ejemplo de Singapur donde tiene múltiples vías de secundaria que colocan a los estudiantes en entornos adaptados a sus habilidades; Alemania y Corea del Sur tienen Meisterschules, o escuelas de maestría, una red nacional de programas que vinculan la educación y la industria centradas en áreas específicas de especialización.

Las compañías de tecnología industrial pueden ayudar a revitalizar a la clase media y estimular el crecimiento rural. Pero no pueden hacerlo solos. Resolver la escasez de mano de obra manufacturera requiere un esfuerzo coordinado entre las compañías industriales y las administraciones para renovar la formación de talento. Las instituciones educativas deberían reenfocar los programas de capacitación, y los gobiernos mantener su voluntad para retener a los jóvenes. Apoyar la expansión de las empresas de tecnología industrial ayudará a remediar el crecimiento de la desigualdad de ingresos en las últimas décadas y ampliará las oportunidades para muchas personas.

Es necesario unificar voluntades, dejando a un lado ideologías sectarias.