La innovación es una actitud de las personas, y de las empresas. Son las personas con esa actitud iniciadora quienes deben enfocarla hacia la organización. Los innovadores irradian su actitud dentro de la empresa, las empresas predispuestas a iniciar proyectos también lo dirigen hacia otras empresas. Emprender es una forma de vida, una manera de entender tu profesión. Resulta un reto constante con tu propia incomodidad intentando continuamente salir de tu zona de confort. La innovación parte de individuos especiales, personas inquietas, con capacidad de atraer a otras personas. De la misma manera que empresas inquietas atraen a empresas emocionadas.
Una de las principales características de las personas emprendedoras es estar habituada a vivir en la incomodidad. Tal y como me contaron los Western del cine norteamericano, muestran el papel de los pioneros explotando las riquezas de los nuevos espacios. Buscaban territorios inexplorados en busca de oportunidades. Para ello debían pasar todo tipo de carencias, y la incesante lucha contra las tribus indias autóctonas. Para luego dejar paso a los colonos, y un poco más tarde a los pobladores con muchas menos penurias y muchas menos oportunidades. De mayor entendí que aquellas películas sólo mostraban la visión de los vencedores, nunca buscaron la verdad. Pero este es otro asunto que no viene al caso.
Descubrir espacios desconocidos
En el área de la innovación sucede algo similar al Oeste, el emprendedor coloniza nuevos espacios desconocidos, lo que le proporciona las mejores condiciones para obtener el máximo beneficio. Aunque, en ocasiones, el precio a pagar sea alto. Otro punto de vista se muestra en el libro La estrategia del océano azul, donde se persigue el descubrimiento de nuevas ideas de negocio todavía desconocidas y sin competencia. Son oportunidades donde la empresa no se limita a competir con otras organizaciones, busca crear una nueva demanda. La innovación rompe con los negocios existentes desplazando las fronteras de lo conocido.
La incertidumbre del emprendedor se inicia una vez descubierto el nuevo océano, percibe un nuevo conocimiento con el objetivo de explotar la oportunidad descubierta. El afianzamiento del nuevo conocimiento debe movernos a vivir en la constante incomodidad gestionando la incertidumbre. O como los surfers, a desplazarnos en la cresta de la ola para aprender a encontrar el equilibrio plenos de adrenalina.