Hace veinte años, un amigo médico observó el problema de la armonización familiar como posibilidad de negocio, junto a su jefe decidieron crear una empresa. La corporación donde ellos trabajaban ya lo utilizaba en USA y pensaron replicarlo en España, implantando el servicio como Más Vida Red.

Desde hace años percibimos el problema de la conciliación o armonización familiar como algo sobre lo que sólo podemos resignarnos, aceptarlo como mal menor. La armonización laboral pretende definir medidas en ayuda del trabajador para tener unas condiciones profesionales óptimas donde compaginar su vida familiar y ocupacional de manera plena. Desde el 7 de marzo de 2020 la normativa española obliga a todas las empresas de más de 50 trabajadores a implantar un Plan de Igualdad, con medidas para favorecer la conciliación entre trabajo y familia, con objeto de evitar discriminaciones.

Todo el esfuerzo legislativo se fundamenta en conseguir el objetivo de romper estereotipos sociales establecidos para cambiar roles de género entre mujeres y hombres, o incluso respecto a personas dependientes. Uno de los puntos fuertes en el cambio social programado en Japón durante el gobierno del primer ministro Abe, se recogía en la iniciativa gubernamental de crear más guarderías infantiles, con objeto de elevar del 65% al 85% el acceso al trabajo de la mujer en la sociedad nipona.

Con la salida del primer ministro Abe del gobierno, por problemas de salud, la iniciativa ha quedado en el aire.